lunes, marzo 31, 2008

"El amuleto de bronce" de José Luis Corral

Este libro llegó a mi de una forma un tanto extraña, no lo esperaba ni lo hubiese comprado... pero por algo son esto lecturas aleatorias.

El caso es que agradezco la coincidencia que me lo trajo, así he podido disfrutar de un pedazo de historia lejana tanto en tiempo como en espacio. Porque lo mejor de esta novela histórica es sin duda la parte no novelesca, lo que da a entender del perfil histórico de un personaje tan desmesurado como Gengis Kan. Es sabido el rastro legendario que le ha perseguido, tanto como padre de la patria de Mongolia como de ser sanguinario, despiadado, salvaje y bárbaro.

Por supuesto la historia se encarga de recordar que un persona que fue capaz de aglutinar a muchos pueblos nómadas tras de si, formar un imperio de imperios y lo que aún es más importante, que no se desmoronase al final de su vida ni tras su muerte no podía ser (sólo) un sanguinario guerrero. Corral sabe destacar la visión política, la intuición organizativa y la adaptabilidad y en algún caso el eclecticismo que le permitió establecer libertad religiosa en su imperio y le permitió dejarse influir por el taoismo y el budismo.

Interesante por lo tanto la historia, pero quizás la parte novelesca se resiente. Trata de narrar toda una vida larga, absolutamente agitada y muy intensa en una sola novela, con lo que a veces, por no saltarse alguna evolución histórica, procede a enumeraciones de hechos que no favorecen la fluidez. Pero es sin duda una Novela histórica y me reconcilia con el género tras algunos representantes muy poco afortunados.

jueves, marzo 06, 2008

"La mujer habitada" de Gioconda Belli

Pues no tengo muy claro porqué he querido leer esta novela. Supongo que, como muchas otras, se cruza por tu vida en distintos momentos y en el adecuado la tienes delante en una librería :)

(Aquí voy a comentar algún pequeño detalle de la trama, así que no sigas leyendo si no deseas saber más)

El caso es que por un lado la he leído demasiado tarde, pero del algún modo lo agradezco y por lo mismo me deja un buen gusto. Lo primero una apreciación: es una novela eminentemente política o, por precisar más, es una novela sobre la lucha armada, tema como mínimo polémico....

Pues bueno, me ha llegado tarde porque a estas alturas de mi vida y de la historia no soy capaz de tragarme todos los planteamientos de la novela, pero al mismo tiempo me ha servido para repasar mis pensamientos y sentimientos acerca de política abstracta y un poco de concreta y al menos por esto me ha merecido la pena.

Tiene la novela muchos y grandes defectos. A una de los narradores, la mujer que habita no la puedo soportar. Es un batiburrillo de misticismo, feminismo e indigenismo en el que todo me suena a destiempo, a interpretación a posteriori. También la descripción del enemigo, del aparato de la dictadura me parece burda y exagerada: no les basta con ser malvados y despiadados; son feos, tontos y con mal gusto. No así los niños, que están exentos de ese pecado original... Tampoco los secundarios de los buenos tienen una mejor profundidad. Siempre son buena gente y con una mirada llena de ternura. Así no hay color, no hay lugar a que el lector evalúe: la evaluación ya está hecha.

Y sin embargo con toda esta ristra de defectos la salvo de la quema por una razón fundamental: me ha hecho pensar. Tiene lo que a mi me parece una buena descripción de del como y del porqué de la militancia, que tiene menos que ver con profundas convicciones políticas y más con el sentimiento de pertenencia a un grupo o con la percepción de falta de legitimidad de un régimen.

También me ha hecho reflexionar sobre temas no relacionados directamente con la historia, como el aspecto militar de los movimientos revolucionarios o la incompatibilidad entre igualdad y libertad. Esto último me ha resultado paradójico: es increíble lo que han ayudado a la positiva evolución de la sociedad movimientos profundamente equivocados...

Además, las omisiones de la propia novela hacen más patentes aspectos de estos movimientos: Belli acaba con la narración y con su protagonista en el momento de la victoria. Desde luego los momentos anteriores son más novelescos, pero ¿qué ocurre después? ¡Qué complicado es el mundo!