jueves, enero 29, 2009

"El chino" de Henning Mankell

No me ha resultado muy atractivo este "El chino". En verdad sólo pasable. Le he encontrado demasiados defectos y pocas virtudes.

Aparentemente es una novela negra o al menos de una novela policiaca, pero sin embargo la mayor parte de ella podría considerarse de política-ficción, o simplemente política. Lo que podría ser la tensión narrativa o intriga del comienzo se va diluyendo en los flasbacks históricos y en las intrigas políticas de la China contemporánea. Los dos temas, tanto el de los chinos en el Oeste Norteamericano como la China actual podrían ser interesantes, pero no creo que Mankell les saque partido, es un poco difuso en el tema del libro. Además el estilo no ayuda en absoluto, me da la impresión de que todo avanza a trompicones y que la prosa es poco fluida y reiterativa.

Y bueno, tiene algún aspecto positivo y es como cuenta la evolución personal e ideológica de los militantes de izquierda más o menos radical y una descripción convincente de los grupúsculos de los 60-70. Pero eso por si solo no me parece que justifique una novela que me parece muy deslavazada. En el fondo es un poco como Winchester '73, es decir, que el protagonista es el que más información tiene en cada momento, y se van pasando el testigo. Pero al contrario de la película este libro no consigue, a mi juicio, mantener una historia bien trazada. He oído hablar bien de Mankell. Supongo que tiene buenas novelas negras. Pero no ésta.

martes, enero 13, 2009

"La elegancia del erizo" de Muriel Barbery

No voy a hablar mucho de este libro porque creo que no lo merece. No recomendaría su lectura bajo ningún concepto.

Creo que no voy a ser capaz de no desvelar detalles de la trama, así que sigue leyendo bajo tu propio riesgo :P


Es la historia de una portera y una niña vecina del mismo edificio que disimulan su extraordinaria inteligencia y vulnerabilidad. Eso es el comienzo, que dicho así tampoco suena tan mal. Pero ambas, la portera y la niña lo que destilan sobre todo es pedantería y ganas de encontrar sentido a su vida y se centran en la búsqueda de la belleza a través del Arte.

Si el libro se hubiese quedado aquí podría haber sido una simpática historia de encuentro entre personas de distintas generaciones. Pero no, Barbery necesita meter algo de romance y se inventa al japonés rico que va a descubrir el cisne que se esconde dentro del patito feo. Una vez llega aquí, lo que sigue sólo tiene una solución: muerto el perro se acabó la rabia. Elimino a mi "prota" y santas pascuas. Fin de la historia y todos contentos. Menos yo.

domingo, enero 11, 2009

"Silvio en el rosedal" de Julio Ramón Ribeyro

Mi lectura de este Silvio en el rosedal ha sido el resultado de una pequeña búsqueda, así que esta es una de las menos aleatorias de estas Lecturas aleatorias. Leí de Ribeyro en las (anti)memorias de Bryce en donde se ensalzaba su persona y su obra. Con lo que, tras otra mención en anobii, me dispuse a encontrarme con el cuentista Ribeyro. Pero da la casualidad de que, a no ser que sea bajo pedido, y aún así, no se puede encontrar en las librerías masivas que frecuento, ya sabéis, FNAC y demás... Entonces recurrí, como en el caso de Olympo y Olympo II, a la biblioteca, esa fuente inagotable y olvidada. Allí, sólo dos obras: ésta y unas memorias. Como las memorias las dejo para cuando sea mayor, elegí esta antología de cuentos.

Y ya he procesado esta antología, en la que efectivamente hay unos cuantos cuentos muy buenos, aunque la media global no sea de sobresaliente. En el prólogo Bryce menciona a Borges y a Rulfo, y posiblemente tiene ecos de ambos, pero yo sin duda lo pondría más bien al lado de Chejov que, todo hay que decirlo, tampoco es mi cuentista favorito. Tiene ese presentar escenas diarias y personajes comunes que se ven envueltos en algún asunto que puede servirles de salida, de evasión o mejora de su día a día y que por lo general recuperan su situación inicial si no la empeoran. Éste podría ser el grueso de los cuentos, los más breves.

Sin embargo los que más me gustan son los menos chejovianos, los más ribeyrianos supongo. En ellos adorna un poco más la presentación y el estilo, limpio no obstante, y llega a lo más profundo. O a mi me lo parece.

La recopilación se abre, estupendamente, con Al pie del acantilado. Una muy poética historia de trabajo, pobreza y obstinación en seguir viviendo. De lo mejor de todo el libro. Los gallinazos sin plumas, que es el que lo sigue, comparte muchos temas y algo del estilo con un resultado menos perfecto.

Hay una serie de cuentos en los que habla de Lima, la sociedad limeña, la nostalgia limeña, algo compartido con Bryce sin duda, que destacan sobre el resto. Sobre los modos de ganar la guerra, nostalgia escolar. El marqués y los gavilanes, nostalgia de la Lima antigua, previa al éxodo rural y a la industrialización. Alienación (cuento edificante seguido de breve colofón) que va en la misma línea pero a la inversa. Si en el anterior el protagonista es un integrante de la vieja sociedad limeña en éste es un zambo seducido por la influencia norteamericana. A pesar de tratarse de un cuento edificante me gusta mucho el modo de describir la adolescencia hormonada y el cruel destino que depara a los personajes, que es por lo menos conmovedor.

Los jacarandás es uno de los mejores. Con un poquito de experimentación y un mucho de amargura, saca una descripción de la sociedad de provincias mientras cuenta una historia casi sin contarla.

El mismo escenario provincial, que acompaña a algún otro de esta colección, forma parte de Silvio en el rosedal que de los que tiene ecos borgianos es el mejor de ellos por su final antiborgiano. Es por definirlo en una frase una búsqueda de la identidad de un hacendado casual, con algún ligero misterio trasversal. Es de una profundidad calmada y extraña.

El resultado final es desigual, pero sin duda por la lectura de los mencionados y de algún otro que habré olvidado, merece mucho la pena. Mi primera opción de lectura eran los cuentos completos. Quizás lo intente alguna vez, si veo el libro, cosa que dudo. Pero lo contaremos aquí si eso sucede.