He leído esta novela casi sin premeditación, casi sólo porque necesitaba algo que leer... Bueno, no me ha decepcionado :)
Había leído en su día, en el instituto (como pasa el tiempo...), El misterio de la cripta embrujada y hace no demasiado La aventura del tocador de señoras, que son la primera y la tercera novela de esta serie de Eduardo Mendoza que es protagonizada por un personaje caricaturesco, esperpéntico y simpáticamente desastroso, literalmente salido de un manicomio que se ve envuelto (o se envuelve el mismo...) en unas aventuras descabelladas y enrevesadas.
Lo mejor de la serie, y de esta novele en particular no es, ni con mucho, la trama, que no deja de basarse en algún tipo de pretexto (McGuffin para los cinéfilos) Lo mejor, desde luego, es lo disparatado del discurso del protagonista que narra en primera persona toda la historia. Escribe con un vocabulario muy recargado y absolutamente poco creíble, lo que produce el efecto contrario al que puede parecer: es muy cómico.
Aprovechando lo demencial de la trama y del protagonista Mendoza se ríe con ganas de lo que le apetece y logra que pase un poco desapercibido entre los fuegos artificiales de la acción.
Es posible que esta entrega, la segunda, sea la más frenética y acelerada, lo que hace que se lea de un tirón. Tiene elementos autoparódicos muy divertidos y un final en el que para nada se cierran todos los detalles, que da una sensación no sé si de más realidad o de cierre rápido de la novela. Pero, como he dicho, es lo de menos... Lo mejor es poder disfrutar de esa narración alocada y de la verborrea y ocurrencias del protagonista.
martes, septiembre 25, 2007
"El laberinto de las aceitunas" de Eduardo Mendoza
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