lunes, junio 21, 2010

"Rayuela" de Julio Cortázar

Parece que me lo pongo difícil a propósito últimamente para dejar comentario de lo que leo, porque ¿Falta algún comentario que hacer a Rayuela? Seguramente míos no, o al menos no míos para otras personas, pero quizás míos para mí sí, que en el fondo es de lo que que se trata esto...


Bueno, al grano. Se trata de la relectura de unos de los libros que, al menos oficialmente ofrecen más relecturas, ya desde el principio y por planteamiento del propio autor. En su día leí la "versión imprescindible": "La parte de allá" y "La parte de acá" dejando de lado los "capítulos prescindibles" según el camino 1 propuesto, no se sabe si muy en serio por el propio Cortázar. Pues esta relectura ha sido sobre todo por hacer el segundo camino que, además de los capítulos anteriores va intercalando otros, con distinto inicio y distinto final. Y la verdad, no me ha parecido que tenga un ángulo muy diferente y, a no ser que el autor hilase mucho más fino de lo que yo he podido leer, sólo es una visión más cercana detallada de lo mismo, pero sin ningún cambio esencial en la trama.

De todos modos es curioso haberlo leído de esta manera porque así se puede ver las diferencias, o adiciones, que a grandes rasgos las agruparía en cuatro: detalles, el bloque Morelli, el bloque Ceferino Piriz y lo inclasificable ;)

Los detalles serían escenas que hacen ver lo mismo desde más cerca y de esas hay unas cuantas en los capítulos prescindibles.

El bloque Morelli son todos aquellos de y sobre la obra de ese autor que tanto parece influir al esforzado protagonista. Y digo esforzado porque casi tanto se esfuerza Olivira en no vivir y no sentir no vaya a ser que esa no sea la verdad verdadera como Morelli se empeña en no escribir tratando de escribir lo inescribible. No alcanzo a ver realmente que "de Cortázar" hay en todas las disquisiciones filosóficas de ambos, pero debo reconocer que lo que hace unos años me parecía la cumbre del pensamiento en estos momentos me resulta desde lo inútil a lo patológico. No sé si leer "los prescindibles" ayuda a ello, es posible que sí...

También el bloque "Ceferino Piriz" aumenta esa sensación. En él los personajes de "el lado de acá" se empeñan en leer entre líneas la "obra" de un supuesto pensador político y sus demenciales propuestas.

El bloque inclasificable lo forma esa amalgama cortazariana que yo no soy capaz de sacarle jugo, no me molesta pero tampoco le encuentro, salvo en algunos caso evidentes, el sitio en la novela. Citas fuera de contexto o narraciones inconexas de las que imagino que se habrán escritos tesis enteras de las que Cortázar se habrá reído muy a gusto. Supongo.

Es curioso el resultado de esta relectura porque ni soy el mismo ni la novela es la misma, con lo que comparar es quizás un poco complicado, pero si debo decir que tanto desde el punto de vista "admirativo" de todo el rollo "del club de la serpiente" y de toda la supuesta carga filosófica o desde el punto de vista semi-paródico, la novela resiste y no puedo dejar de admirar y envidiar su escritura.