Pues me apetecía volver a leer algo de Literatura y después de de leer El Túnel estoy más que satisfecho.
Es una novela corta escrita con muy poco artificio y mucha rotundidad. Cuenta en primera persona el proceso que acaba por desencadenar lo que antaño se llamaba un crimen pasional y hoy se llamaría crimen de género. Pero no creo que el hecho violento en sí sea el centro de la historia, sino que actúa como mecanismo conductor. Sin él estaríamos ante una narración sin comienzo ni fin en la que no se hablaría de nada más que del estado psicológico del narrador. En ese sentido quizás no se distinguiría demasiado de muchas películas francesas :)
De todos modos, con crimen o sin él, lo más relevante de El túnel es lo convincente de la angustia e incomunicación del narrador. Y es que Sábato logra, llevando los sentimientos y las situaciones al extremo, captar su esencia y universalidad. En ese sentido, comparte con Madame Bovary y El perseguidor parte de sus temas: imposibilidad de comunicación (o dificultad, para no ser tan pesimistas :)) y decepción causada por un mundo muy imperfecto.
No obstante, en esta ocasión se puede percibir en el discurso del narrador una clara deriva irracional que sirve para potenciar la sensación de soledad, angustia, absurdo e incomunicación. Comienza con una serie de opiniones y razonamientos bastante claros y contundentes, dejando clara su misantropía, pero a medida que la historia se va desarrollando la claridad de juicio se va nublando y el afán de posesión y de indagación irracional y malsana va imponiéndose hasta el final que ya nos había anticipado en la primera frase.
No se trata pues de un libro complaciente pero por la intensidad y profundidad con la que describe el sufrimento psicológico propio y ajeno merece sin duda el lugar que ya tiene en la literatura.
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