Se trata de un thriller sin muchas pretensiones que precisamente por ello va atrapando en la trama, te hace estar pegado a las vicisitudes de un pobre psicoanalista al que se le tuerce la vida envuelto en una historia que ni ve venir ni entiende.
Esa empatía que logra con el protagonista y la tensión que arrastra hasta el final es lo mejor de la novela. Lo que menos me gusta es el final, pero suele ocurrir cuando estás en vilo, que el final siempre es un poco anticlimático. Recomendable para los fans del género.
Y ahora un apunte que nada tiene que ver con la novela y es que, leyéndola, he recordado en más de una ocasión lo poco científico que es el psicoanálisis y la cantidad de críticas que se le hacen por ello y que creo que conviene que sean conocidas.
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